lunes, 13 de julio de 2015

Servicio Ebiblio de la Comunidad de Madrid

ebiblioHace unos días me he dado de alta en el servicio Ebiblio de la Comunidad de Madrid. ¿Y qué es esto del servicio Ebiblio, en qué consiste? ¿Es fácil, es útil, merece la pena...?

El servicio Ebiblio se puso en marcha en septiembre del 2014 en lo que se vendió como una iniciativa pionera en España a través de la cual se ofrece un servicio de préstamo online gratuito de libros electrónicos para los usuarios de la Red de Bibliotecas Públicas de las Comunidades Autónomas. El coste del proyecto, que en una primera fase asumió el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en su totalidad, es de 1.604.700 euros.

Cuando ha pasado casi un año de la puesta en marcha de este proyecto tengo la sensación, puede que equivocada, de que en muchas comunidades está pasando sin pena ni gloria, incluso me atrevería a decir que está pasando con más pena que gloria. Una lástima, creo yo.

Este servicio ofrece tres opciones para leer los libros, en streaming, sin necesidad de descarga, a través de la aplicación de lectura Ebiblio Madrid para tabletas y teléfonos inteligentes disponible en IOS y Android, o mediante descarga, para ordenadores personales y ereaders compatibles con DRM (Digital Rights Management).

Cuando salió esta plataforma el año pasado estuve echando un vistazo y me encontré por una parte con que los usuarios de un Kindle de Amazon no podían disfrutar de este servicio por no ser su lector compatible con el servicio (evidentemente esta es la idea oficial porque he hecho pruebas que no me han llevado más de cinco minutos y los libros de ebiblio se pueden leer en cualquier Kindle) y por otra resulta que el programa Adobe Digital Editions necesario para descargar los libros solo está disponible para Windows y Mac, con lo que los usuarios de Linux como sería mi caso tampoco podrían disfrutar de este servicio (de nuevo esta es la idea inicial, porque yo he conseguido, aquí sí que en más de cinco minutos, descargar libros en Linux). Es lo que tiene optar directamente por formatos propietarios y no abiertos, pero eso es otro tema. Por eso lo dejé de lado y casi, casi me olvidé del tema.

Independiente de esto que comento lo cierto es que son necesarios unos mínimos conocimientos informáticos para que cualquier usuario de una biblioteca pública pueda terminar descargando un libro electrónico de los que ofrece esta plataforma en su lector. A grandes rasgos, los pasos serían pasar por una biblioteca para rellenar un formulario con un correo electrónico valido en el que un rato después se recibirá un identificador y una clave (que por cierto no veo en ningún sitio que pueda ser modificada), descargar el programa Adobe Digital Editions, instalarlo (me ha dado problemas en Windows XP), registrarse en Adobe para obtener una identificación valida, entrar en la página de ebiblio y navegar por el catálogo. Una vez encontrado el libro que queremos descargar nos bajaremos un fichero *.acsm que se abrirá directamente en Adobe Digital Editions, y si nuestro lector electrónico es compatible podremos descargarlo desde el ordenador al lector. Evidentemente no son unos pasos complicados pero si algo farragosos y de hecho sigue estando presente el problema de que es más fácil acudir a la página amiga para descargarse un libro que seguir todos estos pasos...

Para los usuarios de Linux leí que se podía optar por utilizar Wine pero en ese caso no sirve la última versión de Adobe Digital Editions, sino que habría que elegir la versión 1.7, así que personalmente opté por utilizar una máquina virtual con una instalación de Windows 7, probé antes con XP pero como decía me daba errores el programa. Una vez hecho esto pude descargar los libros y pasarlos al lector, por cierto que si uno dispone de Calibre con los plugin adecuados no se tarda más de cinco minutos en convertir el libro a cualquier formato (mobi por ejemplo) ya libre de DRM y sin restricción de tiempo para leerlo... Pero estos son otros asuntos en los que no voy a entrar.

catalogocompletoEn la Comunidad de Madrid el catálogo es pequeño. Entiendo que decir esto es algo muy subjetivo, pero 399 libros no me parece que se pueda considerar como un amplio catálogo donde elegir. Lo cierto es que me permite reservar algunos libros que luego no me aparecen en el catálogo completo por lo que es posible que el catálogo esté compuesto por más libros de los que a mi me aparecen para descargar. Será cuestión de investigar con más detenimiento. Actualización: He tachado parte del texto que publiqué inicialmente porque tras un repaso más a fondo he podido comprobar que realmente el catálogo está formado por 1372 libros, cifra que me sigue pareciendo pequeña. Curiosamente solo puedo acceder al catálogo completo sin estar registrado, pues una vez registrado solo tengo opción de ver los libros en disposición de descargar y que no están reservados por ningún otro lector.

Entre los libros hay de todo, libros que suelen aparecer entre los más vendidos como Hombres buenos, de Pérez-Reverte, La templanza, de María Dueñas, A flor de piel, de Javier Moro, El amante japonés, de Isabel Allende, o Música para feos de Lorenzo Silva, por poner solo algunos ejemplos, libros infantiles y juveniles por ejemplo de Cornelia Funke, libros incluso para los primeros lectores con historias de Peppa Pig, y hasta ejemplares con los que disfrutarán los antivacunas. En fin, un catálogo no muy amplio pero que ciertamente se puede considerar interesante. Sin embargo hay algo que me ha llamado bastante la atención y es la poca presencia de editoriales pequeñas, o incluso digitales, en lo que entiendo que podría ser algo muy beneficioso para todos, para el servicio ebiblio porque ampliaría de forma notable su catálogo, para las editoriales que podrían tener un muy interesante canal para difundir sus obras y en estos tiempos que corren hacer algo de caja y por supuesto para los lectores que de este modo podríamos acceder a mayor número de lecturas.

Independientemente de todo lo anterior creo que la plataforma tiene a día de hoy muchos puntos donde mejorar, me voy a quedar simplemente con uno que me ha llamado bastante la atención y es que una vez leído o descargado un libro no puedo devolverlo y es necesario esperar a que pasen los 21 días que dura el préstamo. Evidentemente no se trata de un problema grave, pero si optamos por libros para niños ahora mismo tengo uno de Peppa Pig esperando que pasen los días para poder elegir otro y eso que a la pequeña solo le llevó un cuarto de hora leerse las catorce o quince páginas de la historia. :) Me podrán decir que puedo hacer varias cuentas pues en mi familia todos somos socios de la biblioteca, pero no me negarán que si tardo una semana en leer un libro no es necesario esperar otras dos semanas más para coger otro prestado.

Actualización: Una interesante entrada sobre Ebiblio en Cataluña y comparaciones con Madrid y País Vasco en Verba Volant.

2 comentarios:

[Libros] Ordenes sagradas, Benjamin Black | 30 de diferencia dijo...

[…] el último. :) Este libro lo tomé prestado en Ebiblio, el servicio de préstamo digital del que hablé hace poco tiempo por aquí, y me resultó grato comprobar que hay disponibles varios libros más de este autor, así que creo […]

[Libros] El viaje de Teo, Catherine Clement – 30 de diferencia dijo...

[…] de terminar, un detalle: Este libro me lo descargué desde Ebiblio de la Comunidad de Madrid, el servicio de préstamo online de libros electrónicos para los usuarios de la Red de Bibliotecas […]

 
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