jueves, 13 de diciembre de 2007

La Iglesia en España y los inmigrantes

José Sánchez, presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones y obispo de Sigüenza-Guadalajara, presentó ayer en la sede de la Conferencia Episcopal el documento La Iglesia en España y los inmigrantes.

Es un documento que sinceramente me ha gustado, bien elaborado, bien redactado, sin caer en fáciles demagogias y digno de tenerse muy en cuenta. Un documento de gran calado pastoral que puede servir como guía a obispos, sacerdotes y laicos católicos ante este fenómeno, pero que también puede resultar útil a cualquier persona, independientemente de su credo o ideología.

Los obispos denuncian en el documento, y creo que no les falta razón, que:

En cuanto a la respuesta de las administraciones públicas, las leyes de extranjería son, por regla general, restrictivas, a la defensiva y tendentes a priorizar los llamados "intereses nacionales", como la demanda interna de mano de obra, la llamada "seguridad nacional..."

El documento también reclama
una especial atención en el punto de la integración que habrán de prestar tanto la Iglesia, como la sociedad y los responsables de la Administración a la segunda y tercera generación. Del acierto en la adecuada integración de los hijos de los inmigrantes de hoy dependerá en buena parte la convivencia pacífica en la sociedad plural de mañana. Para ello habrán de arbitrarse las medidas necesarias y establecer los puentes que la situación requiera, a fin de evitar la exclusión, la marginación, la discriminación, el gueto, etc., durante el tiempo de formación de niños, adolescentes y jóvenes. Tal error repercutiría necesariamente más tarde en frustración y violencia.

El problema puede venir cuando dentro de unos años, o simplemente unos meses, si empeora la situación económica, puedan comenzar a producirse brotes de racismo y xenofobia, como dijo el obispo José Sánchez:
"Los inmigrantes tienen que ser tan personas cuando nos ayudan a cuidar a nuestros ancianos o limpian nuestras calles como cuando se tienen que ir al paro porque se corta la cuerda por lo más débil. Vamos caminando bien, pero hay que prevenirse para la época de las vacas flacas".

Una de las frases que pronunció José Sánchez en la rueda de prensa en la que se presentaba el documento es que "Los inmigrantes al primer lugar que acuden es a un edificio con una torre con campana". Es cierto, los inmigrantes saben que en la iglesia, en la parroquia van a poder echarles una mano, lo cual en muchos casos es mucho.

Por cierto que me ha llamado la atención la poca atención (valga la redundancia) que ha tenido este asunto en los blogs y en los medios de comunicación en general. Seguramente si la Iglesia hablará de otros temas más de uno se habría sentido indignado... ;)

Enlaces de interés: La Iglesia en España y los inmigrantes. (Documento completo en PDF)
Los obispos pronostican tensión por la inmigración (El País.com)
La Iglesia detecta "actitudes xenófobas y violentas" en España frente a la inmigración. (Abc.es)
La Iglesia, dispuesta a acoger a los menores. (La opinión de Tenerife)

4 comentarios:

mie dijo...

En España sólo nos interesa lo que hace mal el prójimo, nos encanta criticar, ¿qué le vamos a hacer? lo llevamos en la sangre. Y, desgraciadamente, y en mi humilde opinión, la Iglesia lleva malos derroteros o, mejor dicho, se junta con malas compañías o, lo que sería aún peor, deja que "cualquiera" hable por ella y calla a los que para mí son Iglesia de verdad. El documento es bueno pero inmediatamente me ha traído a la memoria el cierre de la iglesia "roja" de Vallecas (San Carlos Borromeo). Los excluidos no son de papel y tinta, los excluidos son de carne y hueso.

J. Luis dijo...

Hola Miguel, entiendo lo que dices pero también creo que hay asuntos en los que la Iglesia es mucho más criticable que en el tema de los inmigrantes. La frase esa de que lo primero que hace un inmigrante es buscar la campana de la iglesia es cierta, seguro que tú lo sabes bien. Seguramente porque en esa iglesia (con minúsculas) no va a encontrar a las altas jerarquías de la Iglesia (con mayúsculas), sino a alguien que por ejemplo desde Cáritas sí que le va a echar una mano.

Por cierto, en el artículo no lo menciono pero el documento se aprobó con el voto en contra de seis obispos y la abstención de otros ocho. Eso a mi me da una pista más de que el documento puede ser bueno y a lo mejor no estamos equivocados si resulta que los que no están de acuerdo con el documento son los mismos que quieren cerrar la iglesia de San Carlos Borromeo.

mie dijo...

No, si San Carlos Borromeo ya la cerró Rouco, y creo que no hubo votación :D
La pastoral social, que también lo sé bien, desgraciadamente, va a pique. Y ya te digo que este tipo de documentos es un respiro y me alegra leerlo pero estas iniciativas son, también desgraciadamente, las menos.

J. Luis dijo...

Bueno pues al menos habrá que mostrarse esperanzado ante iniciativas como esta.

De todos modos quizás parte del problema viene de que más veces de las necesarias confundimos una parte (jerarquía eclesiástica) con el todo (Iglesia). Muchas veces criticamos a la institución sin darnos cuenta de que a su amparo hay muchas cosas y muchas actitudes y muchas acciones (léase la labor de Cáritas, por ejemplo) que a lo mejor sin el cobijo o sin el respaldo de la Iglesia se quedaban en nada. ¿Cuánta gente no colabora simplemente por sentirse Iglesia?

 
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