miércoles, 5 de marzo de 2014

Fomentando la lectura entre los más jóvenes

Ayer mismo, en el colegio de mis hijas, se llevaban a cabo unas actividades de fomento de la lectura destinadas a alumnos de primaria que se complementarán con otras para alumnos de secundaria a lo largo de este mes. Creo que es importante fomentar el hábito y el interés por la lectura en los chavales desde bien pequeños y es que como profesor de matemáticas creo que uno de sus grandes problemas con esta asignatura es que no entienden lo que leen.

Hace unos días me guardaba un enlace a un artículo de José Luis Ibáñez Ridao en el que se preguntaba si las lecturas obligatorias matan a los futuros lectores en el que este especialista en información literaria y editorial mostraba de forma clara su oposición a las lecturas a las que se tienen que enfrentar los adolescentes en la escuela. Creo que no le falta razón, porque recoge bastante bien el sentir general de mis alumnos. El lazarillo de Tormés, por poner el mismo ejemplo que utiliza Ibáñez Ridao, se convierte en un auténtico suplicio para los alumnos de 3º de ESO y al final lo único que se consigue es que terminen aborreciendo la lectura.

Seguramente no es algo tan marcado y tan escandaloso entre los alumnos de primaria, pero teniendo en casa buenas lectoras suelen coincidir tanto ellas como sus compañeras en que los libros que les mandan leer en el colegio no terminan de gustarles. Entiendo que cuando se eligen esos libros habrá unos motivos suficientemente sólidos para hacerlo así, pero ¿no estaría mejor ofrecerles entre una lista de 40 o 50 libros las "lecturas obligatorias"? lectura2En edades de 8-12 años los intereses son muy diversos, hay niños más maduros que otros y obligar a que todos lean lo mismo implica que algunos libros los van a ver como para más pequeños mientras que otros compañeros los verán como para mayores. Si fueran ellos los que eligieran el título posiblemente podría pasarles lo mismo, pero al menos no se habrían visto obligados. ¿Y luego como se evalúa lo que han leído? Esta viñeta de Frato creo que lo refleja muy bien.

Si queremos que en el futuro estos chavales sigan siendo lectores habrá que fomentar su gusto y disfrute por la lectura. Forzarles a leer determinados títulos va contra el sentido común. Si hoy disfrutan con la lectura quizás mañana podrán acercarse a esos títulos que todos tenemos en mente.

Soy de los que piensan que leer las aventuras de Harry Potter, La historia interminable o disfrutar y sufrir con Los juegos del hambre por poner unos ejemplos, es preferible a empezar a leer La Celestina o El conde Lucanor y terminar buscando en el Rincón del Vago el resumen de la historia.

Os dejo aquí un vídeo con algunas recomendaciones para el fomento de la lectura entre los adolescentes...

http://www.youtube.com/watch?v=2c3KJjZya_w

11 comentarios:

Paula B. dijo...

Yo creo que si nos obligan a hacer fichas de lecturas como las que tenemos que hacer vamos a acabar odiando leer pero a lo mejor si solo fuera hacer un resumen, opinión personal y los valores que hemos aprendido en la historia no se nos harían tan pesadas y nos gustaría más hacerlas.

José Luis dijo...

Y aquí, en este comentario, el mejor ejemplo de lo que comentaba.

Mientras cenábamos Paula ha empezado a quejarse de los deberes de lengua y de las lecturas que les mandan en el colegio así que le he dicho que leyera lo que había escrito en el blog y que si quería dejase un comentario. Cuando ha visto la imagen de Frato ha dicho: "Justo lo que yo decía". Lo que comentaba en el artículo creo que es un sentir bastante general entre los chavales, pero resulta preocupante que más que fomentar la lectura desde la escuela -aunque posiblemente se haga con la mejor intención- lo que se hace es justo lo contrario. :(

Reme dijo...

Comparto tu opinión

Roser dijo...

Creo que se confunden cosas muy diferentes en este escrito (en parte porque los profesores no las hemos sabido explicar).

- Una cosa es el gusto por la lectura. Este no se puede adquirir con lecturas obligadas y, de hecho, es muy difícil adquirirlo en las escuelas, por falta de tiempo. Este debieran traerlo los alumnos de sus casas.
- Otra cosa es aprender a leer. Es un proceso que se inicia en la primaria y que se da por terminado en el bachillerato: implica aprender a comprender el lenguaje escrito, si, pero también comprender tipos de textos variadísimos (que levante la mano quien pueda leer y comprender el BOE).
- Pero de lo que nos ocupamos en clase, habitualmente, es de leer para aprender. En ese sentido, es mucho más fácil que los alumnos se lean el Lazarillo de Tormes que explicarles toda la teoría entorno a la novela picaresca: viendo se aprende mejor que escuchando.

El problema llega cuando los mismos profesores no conocen esta distinción (la formación del profesorado, principalmente en secundaria, ha dejado mucho que desear por mucho tiempo: a ver si ahora que se hace un postgrado mejora la cosa) y no explican la diferencia a sus alumnos (los adolescentes son muy comprensivos con los adultos cuando les tratamos como a iguales y les explicamos el porqué de las cosas) y tratan las lecturas para aprender como si fueran lecturas para disfrutar, pidiendo chorradas como una ficha de lectura en lugar de comentarios de texto.

José Luis dijo...

Roser, en primer lugar agradecerte mucho tu comentario, y más viniendo de una profesora.

-El gusto por la lectura: No puedo estar más de acuerdo contigo. Evidentemente las familias no podemos delegar en la escuela todo, y el gusto por la lectura tenemos que fomentarlo desde casa desde que son bien pequeños. Ya sea leyéndoles cuentos cuando van a dormir, participando en actividades como cuentacuentos, haciendo que visiten y conozcan la biblioteca... Además como bien dices no se adquiere con lecturas obligadas, pero es que, en muchos casos, esto es lo que hacen las escuelas, obligar.

-Aprender a leer: Aprender a comprender el lenguaje escrito, ¡qué importante! Fíjate que como profesor de matemáticas comentaba en el artículo que el problema de las matemáticas estaba en la comprensión de los problemas porque los chavales en cálculo suelen ser bastante buenos, el problema es que si no saben lo que se les pide difícilmente serán capaces de dar una solución. Ojalá para los chavales, y para nosotros mismos, fuera fácil entender el BOE, o una sentencia judicial, o incluso el prospecto de un medicamento, pero convendrás conmigo que probablemente quién lee más estará mejor preparado para entenderlo que quién lee menos.

-Leer para aprender: Qué bien suena. Pero a mi sinceramente me parece muy alejado de la realidad. Dices que es más fácil que los chavales se lean el Lazarillo de Tormes a explicarles la teoría en torno a la novela picaresca, y estoy de acuerdo, pero ¿cuántos alumnos de 3º de ESO se leen el Lazarillo, lo entienden y luego siguen con ganas de leer? Ayer pregunté a mis alumnos de 2º de bachillerato y de 2º de ESO y no llegan al 50% los que se leen los libros que les piden, les resulta más fácil buscar el resumen en Internet y hacer luego el examen que les corresponda.

Mi hija decía más arriba que no le gustaba que la obligaran a leer libros y ella es de las que se leen dos o tres libros por mes, va a la biblioteca, los coge, los lee y los disfruta. Pero ayer mismo me decía que no va a decir a su profesora que se lee libros porque le hace presentar una ficha de lectura. Ahí están empezando los problemas. Este lunes ha tenido ficha de lectura del libro y en la opinión personal ha dicho que aunque le ha gustado ella preferiría leer otros tipos de libros. Creo que no le falta razón.

Roser dijo...

Perfectamente.

Qué diría tu hija si la profesora le contestara: "no, este libro no pretendo que te guste: quiero que te fijes en el tipo de personaje, en el tipo de narrador, en la ambientación..."? Seguramente se leerá el libro con otro ánimo, comprendiendo que, aunque no le guste, eso no es ocio: es trabajo (algun día se tendrá que leer el BOE para presentarse a unas oposiciones, o para saber qué debe hacer para asegurarse de que su empresa cumple la ley, o si puede pedir una ayuda familiar).

Y luego se leerá, para la clase de filosofía (ya sé que en 3º ESO no hacen filosofía, pero es que tampoco deberían hacer literatura de ese nivel: su profesora se equivoca), El mundo de Sofía, que tampoco le gustará, pero se hará un resumen de los autores y sus ideas, porque le va a entrar en el examen.

Eso es leer para aprender. Pero claro, si dejamos que los alumnos se crean que la literatura solo sirve para el ocio, tendremos los niveles de lectura adulta por los suelos (porque tu hija tampoco forma parte de una mayoría de alumnos lectores). La lectura sirve para muchas más cosas y a parte de las novelas estan el ensayo, la biografía... Pero eso nadie lo explica a los alumnos, y así nos va, que se creen que leer debe ser siempre divertido.

José Luis dijo...

De acuerdo Roser, pero es que mi hija tiene 9 años.

Y el problema viene desde la base.
Si a los niños con 9 o 10 años se les ofrece la lectura como algo que no supone ocio y disfrute no podemos pretender que cinco años después sigan disfrutando con los libros porque no lo habrán hecho nunca. Al final la escuela no fomenta sino lo contrario.

Evidentemente habrá casos y casos, pero este es un ejemplo que no me parece demasiado alejado de la realidad.

Roser dijo...

9 años?! Me reafirmo: su maestra se equivoca. Pensaba que hablábamos de la ESO!

Cuentacuentos para bebés el próximo sábado en Aranjuez | 30 de diferencia dijo...

[…] unos días publicaba un artículo en el que hablaba del fomento de la lectura entre los más pequeños, y comentaba que una de las cosas que podían favorecerla era la participación de los pequeños en […]

¿Fomento de la lectura? | 30 de diferencia dijo...

[…] que es muy importante, fundamental de hecho diría yo, el fomentar la lectura. Más de una vez he hablado de este tema en el blog pero a veces resulta que la terca realidad nos baja los pies a […]

celiacoslatinoamericanos dijo...

Hace X cantidad de años la revista americana Selecciones hacia condensaciones de libros. En las clases de latín (de las que solo servia un tema deditado a prefijos y sufijos) nos hacian leer solo tres trozos del libro, seleccionados por el profesor. Esos libros antiguos, por demas fastidiosos (detesto el Quijote! asi como El Lazarillo de Tormes y La Celestina) podrían reducirse a unas 10 páginas selecionadas por el profesor. Un ojeo, sin ficha ni resumen, pero si una opinion acerca de lo leido. En cuanto a las matemáticas, como nunca me explicaron para que servian las ecuaciones de segundo grado, los senos o los cosenos, jamas aprendi nada, lástima porque era muy buena en aritmética.

 
Clicky Web Analytics