jueves, 10 de octubre de 2013
Algunas reflexiones tras la aprobación de la LOMCE
Hace unas horas se ha aprobado en el Parlamento la nueva Ley de Educación (LOMCE), conocida también como Ley Wert y me gustaría dejar aquí unas cuantas reflexiones al respecto. Seguramente salto de unos temas a otros con demasiada rapidez, pero están aquí según me han ido viniendo a la cabeza.
Supongo que algunos pensarán que hoy es un día alegre mientras que otros lo considerarán aciago. Yo soy de los que piensan que ni lo uno ni lo otro, y además tengo la sensación de que mayoría de las familias nos encontramos en la misma situación, demasiado alejados de lo que legislan en el Parlamento unos señores y señoras que poco o nada tienen que ver con el común de los ciudadanos.
Que esta ley nace con controversias creo que a nadie escapa, pero tampoco quiero dejar de señalar algo importante, y es que guste o no, y se haga más o menos incidencia en ello, la ley viene avalada por las urnas. El partido que la ha llevado adelante cuenta con mayoría absoluta. Se nos llena la boca con la palabra democracia, pero parece que sólo es democracia cuando gobiernan los nuestros.
A lo largo del día he leído bastantes artículos en relación con este tema, la mayoría de ellos criticando muy duramente esta nueva ley, pero la sensación que me queda es que hay muchas, demasiadas diría yo, ideas preconcebidas y que buena parte de las opiniones no se salen de unos pobres argumentarios de sota, caballo y rey.
Por cierto ¿alguien se ha planteado que ocurrirá si en las próximas elecciones ganan los que han prometido derogar esta ley en cuanto lleguen al poder? ¿tienen una propuesta educativa alternativa o volvemos a lo que hay ahora? ¿buscarán ellos el consenso? ¿llevarán adelante una ley con el rechazo de buena parte de la sociedad?
No lo sé, pero me pregunto si se habrán leído esta o las anteriores leyes muchos docentes que teóricamente la van a tener o han tenido que aplicarlas. Y creo que no. Las leyes, esta y cualquiera, no dejan de ser un articulado farragoso abierto en muchos casos a la interpretación que cada uno quiera dar y tan lleno de vacíos y lagunas que al final se termina haciendo lo que se quiere.
Por cierto, ¿cuántos diputados de los que hoy han apretado el botón, ya sea en un sentido u otro, se han leído el articulado completo de la ley? Votan no lo que les dicta la conciencia, sino lo que les dicta el partido. En esto y en todo, pero bueno también se dice eso de que tenemos lo que nos merecemos.
Esta misma semana se conocían los resultados del Pisa de los adultos y en vez de ponerse a ver qué es lo que tenemos que mejorar sólo sirve para que unos y otros vuelvan a echarse la mierda encima, que si es culpa de la Logse, que si es culpa de... ¿No podía haber un poquito más de perspectiva?
Es muy triste, pero en la vida política llevamos unos años en los que nos hemos instalado en el insulto constante, en la descalificación sin más, y yo me pregunto si de verdad son tantas las cosas que nos separan, ¿es que no hay temas y asuntos en los que se podría coincidir? Todos parecen preocupados por la economía, el paro, la educación..., pero no veo que nunca se pongan de acuerdo... bueno sí, cuando se trata de defender los privilegios de la casta en ese caso pelillos a la mar y todos de acuerdo.
En fin, afortunadamente la educación de nuestros hijos está en manos de los profesores (esos a los que nadie pregunta a la hora de hacer la ley), los de la pública, los de la concertada y los de la privada, y no tanto en las manos de los que legislan. Yo confío en ellos, en que pondrán lo mejor de su parte y que pese a leyes, pese a recortes y pese a los responsables políticos nuestros hijos seguirán aprendiendo. Pero nosotros, los padres, no debemos ser ajenos a la educación de nuestros hijos, nosotros también tenemos que colaborar en esta labor. Quizás comenzando por ahí las cosas, poco a poco, puedan ir mejorando.
Por cierto, no lo he dicho, pero la nueva ley no me gusta, me parece más de lo mismo. Y sí, yo me la he leído.
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